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Riesgos y amenazas Cibernéticas en tiempos Electorales

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En el entorno electoral en el que nos encontramos inmersos. ¿Cuáles pueden ser los riesgos y amenazas cibernéticas a los que nos podemos enfrentar, en tiempos electorales?

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FAKE NEWS (NOTICIAS FALSAS)

Hoy en día y hablando de tiempos electorales no solo se crean sitios web con noticias falsas, sino también “fan pages” en Facebook e incluso cuentas en Twitter que promuevan visitas a sitios específicos.

Los creadores de noticias falsas pueden tener un doble incentivo económico: crear las notas bajo contrato (a petición de alguien) o generar noticias que se hagan virales para aspirar a tener “clics” en los anuncios publicitarios que ahí colocan, situación que puede generarles ingresos económicos considerables.

Aunque los precursores de esta industria de noticias falsas tienen intereses meramente económicos, sus clientes podrían tener otro tipo de objetivos. Mucho se ha especulado sobre la posible influencia de Rusia en las pasadas elecciones presidenciales en Estados Unidos. Y no solo podría ser injerencia extranjera, cualquier persona o institución, puede buscar generar noticias falsas para perjudicar a un adversario, ya sea a un candidato en particular o a un partido político completo.

BOTS (CUENTAS FALSAS)

Desde las pasadas elecciones presidenciales en nuestro país, diversos analistas y expertos en manejo de redes sociales han detectado la existencia de millones de cuentas falsas en redes sociales creadas por equipos cibernéticos de los principales partidos políticos en México. Estas cuentas falsas reciben el nombre de “bots”.

Linaloe Flores de SinEmbargo.mx señala que en el estudio de la Universidad de Oxford, titulado “Troops, Trolls and Troublemakers: A Global Inventory of Organized Social Media Manipulation”, en donde México está entre 29 países que utilizan “cibertropas” o “ejércitos de bots” para influir en las principales redes sociales,  se afirma que “En México también existen tropas cibernéticas patrocinadas por el Gobierno que atacan a periodistas y provocan la desinformación en los medios de comunicación”.

Existe una herramienta muy popular en Internet llamada “Twitter Audit”, que proporciona información sobre seguidores reales y ficticios de cuentas de Twitter.

El 23 de abril de 2018 realicé consultas en esta página sobre las siguientes cuentas:

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En cuestiones electorales estos bots pueden ser usados de manera activa ya sea para alabar o defender a un candidato, para circular dolosamente noticias falsas, o también para lanzar ataques contra adversarios.

Pero ¿cómo es posible detectar que una cuenta de Twitter es falsa? Más adelante lo explicamos en el programa.

TROLS (PROVOCADORES CIBERNÉTICOS)

La enciclopedia libre –Wikipedia– describe a al “trol de internet” como “una persona que sólo busca provocar intencionadamente a los usuarios o lectores, creando controversia, con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones.

Para mí, más que “trol de Internet”, esta figura debería llamarse “trol de redes sociales”, pues es en ellas en donde estos individuos son más prolíficos y populares. Los trolls pueden tener presencia en Twitter, Facebook, blogs y comunidades de usuarios (foros de discusión).

Un troll electoral es creado primordialmente para provocar al adversario y a sus seguidores abiertamente. Las provocaciones se pueden dar en un amplio rango; los trolls suelen publicar mensajes ridiculizantes, violentos, difamatorios o falsos, usualmente teniendo por objetivo minar la credibilidad, fama o reputación de un candidato o político.

HACKERS (CIBERDELINCUENTES)

Finalmente, no podíamos dejar pasar por alto la vieja escuela, para efectos de este artículo entenderemos por “hackers” a los delincuentes cibernéticos.

Bajo la legislación mexicana, en términos generales, comete un delito informático aquel que entra sin autorización a equipos informáticos -protegidos por algún mecanismo de seguridad-, con el objeto de conocer, copiar, modificar, destruir o provocar pérdida de información. Las sanciones que van desde los seis meses hasta los diez años de prisión, se duplicarán cuando la conducta obstruya, entorpezca, obstaculice, limite o imposibilite la procuración o impartición de justicia.

Considerando el entorno electoral en que vivimos, un hacker podría intentar cualquiera de los siguientes escenarios:

  • Hackear los servidores donde se encuentran los sitios web de los candidatos y/o sus respectivos partidos políticos, ya sea para modificar o borrar su contenido.
  • Hackear el servidor del Instituto Nacional Electoral donde correrá el Programa de Resultados Electorales Preliminares o “PREP”, ya sea de la manera tradicional (acceso ilícito) o tratar de “tumbar” el servicio mediante un ataque de denegación de servicios.
  • Hackear las cuentas de redes sociales de los candidatos y/o sus partidos para publicar información difamatoria, falsa o tendenciosa.
  • Intervenir comunicaciones privadas de los candidatos y/o sus equipos de campaña, con el propósito de conocer y divulgar información sensible.

¿Entonces qué podemos esperar para este proceso electoral?

Este proceso puede estar lleno de intrincadas maniobras, simulaciones, amenazas y riesgos que pueden perjudicar no solo a los candidatos y sus plataformas, sino a los ciudadanos y al país entero. Uno de los esfuerzos más loables para mitigar los riesgos asociados a las “fake news” es el proyecto de periodismo colaborativo denominado “Verificado 2018”  , que nace con el objetivo de enfrentar estas noticias malintencionadas o imprecisas y desmentirlas con información rigurosa y confirmada.

Es responsabilidad de los partidos políticos, el INE y los tribunales electorales contar con plataformas tecnológicas robustas y seguras, que estén preparadas para enfrentar amenazas cibernéticas en estos tiempos electorales. Es responsabilidad de los ciudadanos estar alertas, desconfiar de la información hasta en tanto no sea verificada.

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Cómo incrementar el valor de nuestros servicios, y de pasada evitar el regateo

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Joel Gómez Treviño, especialista en derecho informático, datos personales y propiedad intelectual.                                         Twitter:   @JoelGomezMX            Email: correo@joelgomez.abogado

A todos los que brindamos servicios profesionales, después de presentar la correspondiente cotización al cliente, nos han tocado frases  como: “

  • ¿Por qué cobras tan caro?
  • Fulanito me cobra la mitad que tú, pero tú me caes mejor.
  • ¡Si me haces una buena rebaja te contrato!

Los clientes más descarados, te dicen que si, se esperan a que les brindes el servicio, y luego argumentan que no les gustó para “justificar” un pago menor al pactado.

 

En este fenómeno de “regateo” de servicios profesionales se conjugan al menos los siguientes factores:

  1. Clientes abusivos que quieren obtener siempre una ventaja o un descuento sin justificación alguna;
  2. Proveedores que poco valoran sus servicios, provocando la prostitución del mercado;
  3. Proveedores que son percibidos como “careros” a consecuencia de las anteriores situaciones.
  4. Conclusión, la fórmula: “cliente abusivo” + “proveedor baratero” casi siempre trae por consecuencia servicios ineficientes o de mala calidad y clientes insatisfechos.

Fijar precios por un servicio no es tan simple. Hay diversos factores a considerar, a mi juicio más complejos que los involucrados en la fijación del precio de un producto, tales como:

  1. ¿Cuántas personas saben hacer lo mismo que yo? Digamos que soy contador público, y hay un millón de contadores públicos en el país que ofrecen los mismos servicios, ¿qué tan caro puedo ofertar mis servicios a sabiendas que hay millones de personas que ofrecen lo mismo pero más barato?
  2. ¿Son mis servicios similares pero diferentes? Puede que haya muchos abogados en el país que brinden servicios similares a los míos, pero tal vez la manera en que los brindo (excelencia, celeridad, etc.) o mi especialidad los separe del resto.
  3. ¿Qué tanta experiencia tengo brindando mis servicios? Si requieres una operación, ¿prefieres que te atienda un doctor de 25 años o uno que tenga 45? Para todos es claro que tener a un profesional con experiencia regularmente es garantía de calidad en los servicios.
  4. ¿Cuál es mi reputación en el mercado? Tal vez tenga 15 o 20 años de experiencia, pero jamás estudié un curso de posgrado, una especialidad o maestría. En esos muchos años de experiencia, he perdido muchos casos y me han demandado varias veces por la mala o deficiente prestación de mis servicios. Mucha experiencia sin una buena reputación que la acompañe no te sirve de nada para diferenciar el valor de tus servicios.

Dicho de otra manera, para poder incrementar el valor de nuestros servicios hace falta conjugar varios -o idealmente todos- los elementos siguientes:

  • Diferenciación.- Diferenciar tus servicios implica dotarlos de características o valores que los hagan especiales o únicos. Si tienes mucha competencia en el plano profesional, poca experiencia y todavía no te puedes considerar experto o especialista en alguna rama de conocimiento, la manera idónea para incrementar el valor de tus servicios es la diferenciación: puedes brindar tus servicios más rápido que la competencia, mejor que la competencia, o incluso acompañarlos de otros servicios que hagan más atractiva tu oferta en el mercado.
  • Un generalista difícilmente va a poder cobrar lo que un especialista. El primero se pasa la vida haciendo lo mismo y de todo un poco, mientras que el segundo busca capacitarse o realizar actividades de valor. La especialidad puede provenir con los años (como consecuencia de la experiencia), con grados académicos (posgrados o maestrías) o sin duda con una mezcla de ambas cosas. Si buscas especializarte en una área o nicho de mercado donde haya pocos profesionales expertos, sin duda tendrás una mejor oportunidad de posicionarte por encima de buena parte de tu competencia.
  • La experiencia profesional mata casi siempre a cualquier posgrado. Estudiar en las aulas tiene su valor y su propósito, pero la escuela de la vida te dota de herramientas que solo puedes adquirir en la práctica profesional. En la medida que crezcas no solo como persona sino como profesional, el valor de tus servicios se incrementará casi de manera natural.
  • Reputación.- La reputación es la opinión que se tiene de alguien o algo. También se le conoce como fama o prestigio. Wikipedia afirma que “reputación online” es la construcción social alrededor de la credibilidad, fiabilidad, moralidad y coherencia que se tiene de una persona. Hay que entender que la reputación puede ser buena o mala. Para incrementar el valor de nuestros servicios es casi indispensable gozar de una buena reputación en el mercado. Dado que la reputación es un concepto difícil de medir, en ocasiones la mejor manera de demostrarla es con testimoniales de clientes, reconocimientos de asociaciones profesionales o apareciendo en clasificaciones (rankings) preparadas por terceros reconocidos (la lista de las 10 mejores agencias de marketing, premio al mejor abogado, reconocimiento por trayectoria meritoria, etc.)

 

Hay que tener claro que cuando un servicio es más caro que el promedio, usualmente hay factores que lo justifican. Yo no cobro por el tiempo en que me tardo en hacer algo, cobro por lo que se hacer. Tal vez hoy me tarde una hora en hacer una demanda, pero hace 10 años me tardaba diez horas en hacer la misma demanda. La experiencia acumulada es un valor que debe transferirse al costo de nuestros servicios.

 

Si eres un profesional que brinda servicios diferenciados, eres especialista o experto en alguna rama del conocimiento, y cuentas con una trayectoria distinguida por la industria, fija el valor de tus servicios con tranquilidad y confianza. Habrá muchos clientes que valoren servicios con garantía de calidad y de excelencia, respaldados por tu reputación y experiencia.

 

Por último, como dice una frase que anda circulando en redes sociales “Si no cobras lo justo, no solo devalúas tu trabajo sino el de todos tus colegas.” Malbaratar los servicios es prostituir al mercado, todos perdemos con esa clase de prácticas depredatorias y competencia desleal.

 

Si eres cliente te invito a que no regatees por el servicio que quieras contratar, busca un servicio acorde a tus posibilidades y que se ajuste a tus necesidades. Si eres proveedor, no rebajes tus servicios sin razón, pues también con ello te estás ganando una reputación en el mercado, y no necesariamente positiva.

 

Y tu mi querido lector, ¿qué opinas?

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